12 de mayo de 2010

Vendedores o asesores inmobiliarios

La información que el consumidor recibe utilizando internet ha obligado al sector inmobiliario a replantearse la formación de sus empleados y ofrecer un servicio de calidad.


“Vender la burra": expresión que nos indica una determinada manera de actuar, podemos definirla como "tratar de convencerlo de algo con mucha labia, especialmente si es falso o poco creíble".

El sector inmobiliario se recuperará cuando los vendedores sin escrúpulos sean residuales. Siempre existirán una minoría de “vendedores de burra” porque es condición humana y porque siempre hay incautos, desinformados que no comparan precios ni calidades, o el dinero no es una preocupación para el comprador, y el vendedor es de una labia extremadamente simpática y agradable de trato.

Hace ya unos años que internet se lo ha puesto más difícil a los vendedores inmobiliarios, pues los consumidores tienen donde acudir para extraer un muestreo de opciones de compra por ubicación, calidades, etc., además, de estar mejor informados para realizar la operación de compra con garantías, o decidir el momento de compra sin ser presionado comercialmente, al encontrarse cómodamente frente a la pantalla del ordenador o incluso del televisor con conexión a internet, con imágenes y vídeos de 40 pulgadas para visionar la vivienda.

Esto ha obligado a las agencias inmobiliarias a replantearse la formación de sus empleados, y escoger entre vendedores de burra o asesores inmobiliarios para ofrecer un servicio de calidad.

La pregunta que nos formulamos desde Inmofocus es: ¿Seguirá la gerencia de una empresa inmobiliaria transmitiendo a sus empleados que hay que continuar con un modelo de negocio del pasado, sin internet, sin portales inmobiliarios, sin redes sociales?.

Este 2010 está siendo exitoso en ventas para los reciclados profesionales en asesoramiento y marketing inmobiliario, consiguiendo colocar a cada cual en su sitio, depurándose el mercado inmobiliario, a excepción de aquellas regiones o localidades donde la codicia entiende que es bueno vender la burra al vecino y que vayan pasando por Caja. Las consecuencias de este modelo de negocio son imprevisibles y la prueba está en la gran cantidad de burras inmobiliarias en stock y agencias inmobiliarias cerradas.

Algunos vendieron burras y se han superado adaptándose al nuevo mercado, y otros pocos se retiraron ganando para volver más adelante….pero no tienen en cuenta que cuando vuelvan, INTERNET les habrá cambiado el negocio que conocían.